- Vertimiento
del combustible ha afectado a por lo menos 1000 personas de los pueblos en
las quebradas Numpagkaim y Saramiriza. El crudo se ha extendido al río
Marañón.
- Federaciones
indígenas anuncian paro indefinido para el 5 de julio en reclamo por la
actividad petrolera en la Amazonía.
El derrame de petróleo ocurrido en la comunidad de Nuevo
Progreso, en la región amazónica de Loreto, continúa sin resolverse. A casi dos
semanas del hecho, las acciones para detener el avance del crudo no se han
concretado debido, principalmente, a un conflicto surgido entre la población
afectada y Petroperú, la empresa estatal responsable del ducto que transporta
el combustible.
Por el contrario, el gobierno peruano se ha visto en la
necesidad de declarar en emergencia sanitaria las comunidades nativas del
distrito de Manseriche, en la provincia de Datem del Marañón, afectadas por el
derrame, debido al “elevado riesgo de consumo de agua contaminada”, señala el
Decreto Supremo publicado el domingo 30 de junio.
Videos de Romel Babilonia.
“El derrame del crudo está avanzando y ya ha llegado al río
Marañón. El domingo estaba a la altura de la comunidad Ugarte y ahora ya debe
estar por San Lorenzo”, dijo Marcial Mudarra, vicepresidente de Coordinadora
Regional de los Pueblos Indígenas de San Lorenzo (CORPI). El líder indígena
explica que San Lorenzo, capital de Datem del Marañón, se encuentra
aproximadamente a tres horas de donde ocurrió la ruptura del ducto.
Ríos en emergencia
Según el decreto supremo publicado por el gobierno peruano,
el derrame del crudo representa un peligro para por lo menos 1000 familias que
viven en las comunidades nativas ubicadas en los márgenes de las quebradas de
los ríos Numpagkaim y Saramiriza, en Datem del Marañón.
El documento especifica que la presencia del combustible en
los ríos mencionados, así como su desplazamiento hasta el río Marañón,
“constituye un elevado riesgo epidemiológico para la salud y la vida de la
población indígena que se abastece de agua para el consumo humano, así como de
los peces, alimento principal de estas familias”.
El representante de CORPI menciona que las comunidades más
afectadas son Alianza y Nuevo Progreso, por tanto, solicitan se les brinde agua
y alimentos pues el crudo ha alcanzado el río Saramiriza –afluente del río
Marañón– del que se abastecen directamente. “Los jefes de las comunidades
solicitan a PetroPerú que cierre las válvulas para que deje de fluir el
petróleo. Las grapas de reparación que han colocado no han detenido la fuga”.
Mudarra también indicó que ya se han presentado casos de
intoxicación por lo que solicitan a las autoridades regionales y nacionales que
acudan a la zona para atender a la población. “Estamos pidiendo que el
Presidente del Consejo de Ministros, Salvador del Solar, llegue a San Lorenzo
para establecer el diálogo y solucionar el problema”.
Tony Mori Vargas, responsable de la Autoridad Regional
Ambiental de Loreto manifestó su preocupación por las consecuencias en el medio
ambiente de la presencia de petróleo en el río Marañón.
Mori menciona que el Marañón es uno de los principales
tributarios del Amazonas, por tanto, la presencia de petróleo en sus aguas
podría afectar el complejo de humedales del Abanico del Pastaza y la Reserva
Nacional Pacaya Samiria, dos grandes zonas de humedales que se abastecen con
agua del Marañón. “Si no hay una buena contención de este derrame a tiempo, el
daño puede ser muy grande, porque la zona más baja de Loreto es donde se
concentra la mayor cantidad de agua corresponde a estos sitios Ramsar”.
Conflicto
ante derrame de petróleo
El 19 de junio, el Organismo de Evaluación y Fiscalización
Ambiental (OEFA) informó sobre el derrame de petróleo ocurrido un día antes en
el kilómetro 237 del ramal norte del Oleoducto Norperuano (ONP), en la
comunidad nativa Nuevo Progreso.
OEFA informó también que sus supervisores ingresaron a la
zona para verificar la posible causa de la emergencia ambiental y el impacto
generado, así como el plan de contingencia de Petroperú y las acciones de
contención y limpieza de la zona afectada.
Por su parte, la empresa estatal Petroperú, encargada de la
explotación y traslado del crudo proveniente de la Amazonía peruana, informó
que el ducto “había sido objeto de un acto delincuencial que ocasionó el
derrame de petróleo”.
Según un comunicado de la empresa, el hecho fue detectado el
18 de junio por personal que patrullaba la zona y “activó inmediatamente su
plan de contingencia, procediendo a cerrar la válvula y desplazando personal,
herramientas y equipos a la zona”.
Sin embargo –señala el mismo comunicado– las autoridades y pobladores
de la comunidad nativa Nuevo Progreso no permitieron el ingreso del personal
que llegó para realizar los trabajos de contención.
Una semana después de ocurrido el incidente, la empresa
estatal informó que “retiró a sus trabajadores de la zona afectada para
salvaguardar su seguridad e integridad, luego que autoridades y pobladores de
la comunidad de Jerusalén y Nuevo Progreso, retuvieran ilegalmente y agredieran
físicamente a una comisión de representantes de la Presidencia del Consejo de
Ministros, la empresa y la Policía Nacional”.
Petroperú señaló que la población removió las barreras de
contención que se colocaron en la quebrada Saramiriza, situación que generó que
el crudo continúe expandiéndose y pueda impactar al río Marañón. Según la
empresa, la población condiciona la remediación del derrame al cumplimiento de
ciertas exigencias como la contratación de una empresa local y el pago de
jornales elevados.
El líder indígena Marcial Mudarra señaló que las comunidades
no se oponen a la remediación del derrame de petróleo. El problema –agregó– se
debe a que no se les informó cuando ocurrió el vertido y se vieron sorprendidos
por la presencia del personal de la empresa.
“Aún no sabemos cuánto petróleo se ha derramado y no se
inician los trabajos para limpiar la zona. La contaminación ha llegado a los
ríos”, cuenta Romel Babilonia Acosta, gerente subregional de Datem del Marañón,
quien visitó la comunidad Nuevo Progreso.
Babilonia también comentó que Petroperú ha colocado grapas en
la tubería para detener la fuga del combustible, sin embargo, las lluvias están
ocasionando que el petróleo se expanda con mayor rapidez hacia los ríos. “Los
animales silvestres toman agua del río, las plantas en la riberas también están
afectadas. Y falta agua para el consumo de la población”.
Un diálogo pendiente
Ruth Buendía, vicepresidenta de la Asociación Interétnica de
la Selva Peruana (Aidesep), adelantó a Mongabay Latam que las federaciones
indígenas analizan iniciar este viernes 5 de julio un paro indefinido en
protesta por los problemas que ocasiona la explotación de hidrocarburos en la
Amazonía peruana.
Buendía señaló que el jueves 27 de junio se tenía programada
una reunión entre 54 federaciones indígenas y la Presidencia del Consejo de
Ministros (PCM) para evaluar los avances en el cumplimiento del monitoreo y
compromisos para las comunidades nativas de las provincias de Loreto, Datem del
Marañón y Requena, afectadas por la actividad petrolera. El encuentro no se
concretó.
La lideresa indígena detalló que la comisión del gobierno que
llegó hasta San Lorenzo –ciudad donde se debía realizar el encuentro– no acudió
al local que los indígenas habían reservado para la cita. “Los hermanos
indígenas están indignados y se sienten burlados. Creemos que los ministros que
llegaron a Loreto no tenían ninguna propuesta para responder a la población
afectada por la actividad petrolera”. Buendía agregó que el último derrame de
petróleo se suma a los incidentes ocasionados por la explotación de petróleo en
la Amazonía peruana.
Mediante un comunicado la PCM manifestó la voluntad del Ejecutivo al diálogo con los representantes de las cinco cuencas afectadas por las actividades petroleras. No obstante, indicó que la reunión no se concretó porque las federaciones indígenas hicieron un cambio en la ubicación y las condiciones de la reunión.
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