Redacción MONGABAY
- años
de prisión efectiva por los delitos de tráfico de madera y obstrucción de
la justicia. Otros dos funcionarios de esta compañía fueron sentenciados a
cuatro años de cárcel suspendida.
- El
fallo también incluye una reparación civil de 15 millones de soles por los
daños ambientales ocasionados en 1950 hectáreas de bosque.
Un fallo sin precedentes. Así ha sido calificada la
sentencia que el jueves 25 de julio emitió el juez Hesbert Benavente Chorres,
en la región Loreto, contra tres funcionarios de la empresa Cacao del Perú
Norte SAC –ahora Tamshi SAC– por los delitos de tráfico ilegal de productos
forestales maderables y obstrucción del procedimiento en forma agravada.
En una audiencia de adelanto de fallo –la sentencia completa
será leída el 8 de agosto– el magistrado del Segundo Juzgado Unipersonal Penal
de Maynas condenó a Rubén Antonio Espinoza, gerente general de la empresa, a
ocho años de prisión efectiva. En la misma audiencia también fueron
sentenciados Ernesto Vega Delgado, jefe de operaciones, y Giovanny Cubas
Ramírez, personal de campo de la misma compañía, ambos con cuatro años de
prisión suspendida.
Los sentenciados están ligados al empresario
checo-estadounidense Dennis Melka, quien desde el año 2010 estableció en Perú
una red de compañías para el cultivo a gran escala de palma aceitera y cacao.
Cacao del Perú Norte SAC era una de estas empresas fundadas por Melka, acusado
de deforestar más de 13 000 hectáreas de bosques en las regiones de Loreto y
Ucayali, en la Amazonía peruana, en transacciones cuestionadas por presentar
diversas irregularidades.
El fallo también contempla el pago de una reparación civil a
favor del Estado de 15′ 720 461 de soles, que deberán pagar los sancionados y
la empresa de forma solidaria durante el primer año de la sentencia. El monto
calculado es una compensación por la transformación de 1950 hectáreas de bosque
en la localidad de Tasmshiyacu, distrito de Fernando Lores, en la región
amazónica de Loreto.
La cifra se calculó luego de que se concluyera que existió un
perjuicio al Estado que superaba los 156 millones de soles por el daño
ambiental causado por la pérdida de los servicios ecosistémicos que brinda el
bosque.
Un proceso de seis años
Para el fiscal Alberto Yusen Caraza, de la Fiscalía
Especializada en Materia Ambiental de Maynas, en Loreto, se trata de un fallo
histórico en la lucha contra la tala ilegal. “Para nosotros es un caso
emblemático por la magnitud de la deforestación y por el monto de 15 millones
de soles de la reparación civil”.
El juicio se inició en el año 2013 y se extendió durante seis
años. Caraza asumió el caso en el último año y logró demostrar que en Tamshiyacu
se produjo la transformación de casi 2000 hectáreas de bosque. “Hemos
presentado imágenes de cómo era la zona un mes antes de que entrara la
empresa”.
Durante el juicio, sin embargo, los acusados aseguraron que
los 30 000 pies tablares de madera jamás fueron sacados del bosque de
Tamshiyacu. Ante ello, la fiscalía no solo probó que la madera fue extraída del
lugar, sino que esta fue además transformada y comercializada de manera
ilícita. Lo que significa que cometieron el delito de tráfico ilegal.
En cuanto al delito de obstrucción del procedimiento, Caraza
explica que se debió a que las empresa no permitió que se realice una de las
diligencias dentro del territorio deforestado.
Las imágenes y los testimonios presentados por la fiscalía
permitieron demostrar, durante el juicio, no solo la deforestación del bosque
en Tamshiyacu, sino también que la empresa realizó todas sus actividades sin
contar con permiso del Ministerio de Agricultura, la autoridad responsable del
manejo forestal en el Perú.
El fiscal también recordó que un segundo caso contra la misma
empresa, al que se denomina Cacao II, está en su etapa final. Se trata de una
denuncia que considera lo sucedido desde el 2014 y contempla la deforestación
que se produjo en la zona desde esa fecha. “En este juicio están todos los
gerentes que han pasado por la empresa desde el 2014 y también se incluye a
Dennis Melka”.
“Este es un fallo histórico”, dice el Procurador
Especializado en Materia Ambiental, Julio Guzmán Mendoza. “Se trata del primer
fallo en un caso de monocultivos y para un territorio de grandes extensiones”,
asegura.
Para Guzmán este “ha sido un trabajo en equipo”, un trabajo
que involucró a la FEMA de Maynas, así como al equipo de la Procuraduría
Ambiental y a las organizaciones civiles que colaboraron en diferentes etapas
de la investigación.
El procurador también dijo que ya se emitieron las órdenes de
captura para los tres sentenciados, quienes no asistieron al juicio. Aclaró que
los acusados han apelado la sentencia.
La historia de
Tamshiyacu
“Esta sentencia marca un antes y un después de lo que podemos
ver y esperar de nuestro sistema de justicia”, dice Julia Urrunaga, directora
en Perú de la Agencia de Investigación Ambiental (EIA por sus siglas en
inglés).
Urrunaga recuerda que a finales de 2012 e inicios de 2013
recibieron denuncias de pobladores de Tamshiyacu sobre un proceso de
deforestación que se había iniciado en esa zona.
En ese momento, EIA realizó un análisis del lugar mediante
imágenes satelitales y una visita de campo a la zona junto con el internacional
Center for International Environmental Law (CIEL), para evaluar el nivel de
deforestación que se estaba dando en el lugar.
“Logramos ingresar y recorrer la zona y documentamos cómo se
estaba produciendo la tala en ese territorio. Después, cuando la Fiscalía
visitó el lugar, la empresa ya había bloqueado el acceso e impidió el ingreso
del fiscal a cargo”, recuerda.
Un informe publicado en el 2015 por esta organización
internacional documentó la deforestación ilegal para la siembra de
monocultivos. En el estudio Deforestación por Definición se explica el modus
operandi del Grupo Melka en Perú y sus antecedentes en Malasia, donde la
empresa era responsable de grandes extensiones de bosques deforestados.
La experta de EIA comenta que cuando se produjo la
deforestación de Tamshiyacu por el grupo Melka prácticamente se abrió las
puertas para que otros empresarios hagan lo mismo. “El mensaje era vengan y no
pasa nada, quizá un barullo, una multa y después, nada”.
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https://es.mongabay.com/2019/07/peru-sentencia-deforestacion-dennis-melka/
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