- La
pava aliblanca, el tordo amarillo, el guacamayo rojo y la Estrellita
esmeralda enfrentan amenazas para su supervivencia.
- Programas
de reintroducción de la especie y proyectos de reforestación son parte de
las estrategias para evitar su desaparición..
Especies de aves que fueron
consideradas extintas y otras cuyas poblaciones se han reducido a niveles
críticos forman parte de estas historias de esperanza y supervivencia de la
vida silvestre en tres países de América del Sur.
La pava aliblanca en Perú, de
cuya existencia no se supo durante un siglo; el tordo amarillo en Argentina,
una de las especies más amenazadas de Sudamérica; el nacimiento de tres
guacamayos rojos también en Argentina; y la conservación de una especie de
árbol para salvar al colibrí más pequeño de Ecuador son cuatro experiencias de
conservación de aves en Latinoamérica.
Mongabay Latam presenta aquí el
esfuerzo que realizan científicos y comunidades para evitar que estas especies
de aves desaparezcan de nuestro planeta.
1.Pava aliblanca: el regreso de una ave emblemática que se creyó extinta por 100 años
Durante 100 años se creyó que la
pava aliblanca (Penelope albipennis) estaba extinta. No había registro de esta
especie de los bosques secos del norte peruano desde que en 1886 el científico
polaco Jean Stolzman encontró 15 parejas en la isla La Condesa, en el delta del
río Tumbes.
Desde 1877 no se supo más de la
pava aliblanca hasta un siglo después, en 1977, cuando un campesino de Olmos,
Sebastián Chinchay, la encontró en la quebrada San Isidro, un redescubrimiento
que marcó un hito en la historia de la conservación de la especie.
Hasta 2018 estaba la pava
aliblanca estaba considerada en Peligro Crítico de extinción por la Unión
Internacional para la Conservación de la
Naturaleza (UICN), pero la recuperación de su población logró varias su clasificación.
Ahora esta especie está lejos de la extinción. Lea la historia completa aquí.
El tordo amarillo (Xanthopsar
flavus) es una de las aves más amenazadas de Sudamérica. Pero no siempre fue
así. A inicios del siglo pasado la especie se encontraba en gran parte del
litoral argentino y era posible encontrarla desde la provincia de Misiones
hasta Buenos Aires.
Sin embargo, la intensa actividad
agrícola y ganadera en Argentina redujo su hábitat natural a solo dos lugares:
la provincia de Entre Ríos y la cuenca del río Aguapey en el noreste de
Corrientes.
En 2015, un monitoreo determinó
que la población del tordo amarillo se había reducido en un 80 % y solo
quedaban entre 600 y 1000 individuos en todo el país. El problema que se debía
enfrentar era el bajo éxito reproductivo de la especie, por tanto, era
necesario proteger los nidos y asegurar la supervivencia del mayor número de
pichones. Lea la historia completa aquí.
3.Argentina: nacen tres guacamayos rojos en Iberá tras más de 100 años de ausencia
En octubre de 2020 nacieron tres
polluelos de guacamayo rojo (Ara chloropterus) en el Parque Nacional Iberá, un
área protegida creada en el año 2018 en la provincia de Corrientes, en
Argentina, para resguardar los Esteros de Ibéra, un humedal de origen pluvial.
El trabajo de reintroducción de
esta especie en Iberá se inició en el año 2015 cuando la Fundación Rewilding Argentina
liberó los primeros ejemplares de los quince individuos que ahora vuelan en
esta área protegida.
El macho de la pareja que logró
anidar a los tres polluelos fue rescatado de las garras del mascotismo;
mientras que la hembra fue trasladada a Iberá desde el Zoológico de Córdoba,
una de las instituciones que participa en la iniciativa. Lea la historia
completa aquí.
4.Pechiche: el árbol que puede salvar al segundo colibrí más pequeño del mundo en Ecuador
La Estrellita esmeralda
(Chaetocercus Berlepschi) es un ave seriamente amenazada. Según la Unión
Internacional para a Conservación de la Naturaleza (UICN) la población de esta
especie endémica de Ecuador está entre 1000 y 2700 individuos.
La supervivencia de este colibrí
depende en gran medida del árbol de pechiche (Vitex gigantea), una especie que
crece en la Reserva Río Ayampe, donde desde hace una década se trabaja en un
programa de recuperación de la Estrellita esmeralda.
Desde el 2012 la Fundación
Jocotoco junto con la comunidad ha logrado reforestar el área con más de 15 000
árboles nativos, de los cuales un 80 % son pechiche. Una zona que antes de este
programa estaba lleno de pastizales destruidos por las actividades ganaderas y
agrícolas. Lea la historia completa aquí.
Imagen principal: Polluelo de
guacamayo rojo. Foto: Matias Rebak.
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