Abascal ficha al colombiano Pastrana, presidente de la internacional de la que forma parte Casado
Como embajadores volantes en América Latina, Vox utiliza al eurodiputado Hermann Tertsch y al diputado Víctor González Coello de Portugal. El primero aprovecha la infraestructura que le presta su condición de eurodiputado y vicepresidente tercero de la delegación europea en la Asamblea Parlamentaria Eurolatinoamericana (Eurolat), que reúne a diputados del Parlamento europeo y de 23 países de América Latina. Además, el grupo ultraconservador ECR ha montado su propio Eurolat, del que Tertsch es presidente. Por su parte, Coello de Portugal, vinculado a grupos integristas católicos, es portavoz de Vox en la Comisión de Exteriores del Congreso.
En los últimos meses, los dos parlamentarios asistieron como invitados a
la toma de posesión del nuevo presidente de Ecuador, el conservador Guillermo
Lasso; fueron recibidos en Colombia por el expresidente Álvaro Uribe y en Lima
por Keiko Fujimori, hija del expresidente peruano condenado a 25 años de cárcel
por asesinato, secuestro y corrupción. Su primera misión en América se produjo
en enero de 2020, cuando se reunieron en La Paz con ministros de la entonces
presidenta interina Jeanine Áñez, quien sustituyó a Evo Morales tras una oscura
operación que acabó con su renuncia, para recabar pruebas que pudieran inculpar
de financiación ilegal a Podemos, entonces a punto de entrar en el Gobierno
español.
El otro instrumento utilizado por Vox para desembarcar en Latinoamérica
es Disenso, la fundación que preside Abascal. Aunque Vox ha hecho campaña
contra la financiación pública de las fundaciones de los partidos, ha montado
la suya propia para beneficiarse de las subvenciones que reciben en función del
número de votos y escaños obtenidos. Al frente de la fundación está Jorge
Martín Frías, ex responsable de formación en FAES (la fundación del PP) y
asesor del Ayuntamiento de Madrid con Ana Botella, que presta soporte técnico a
la aventura americana de Abascal.
El desembarco de Vox en la región tuvo un serio traspiés a principios de
septiembre en México. Abascal acudió al Senado mexicano invitado a un acto
antiabortista y allí aprovechó para presentar la Carta de Madrid. Su partido
informó de que 14 senadores (la mitad de su grupo parlamentario) y tres
diputados del PAN la habían suscrito, igual que dos parlamentarios del PRI,
ambos en la oposición a López Obrador. La noticia provocó un terremoto político
en México: los dos parlamentarios del PRI, Lorena Piñón y Manuel Añorve,
desmintieron a Vox, mientras que el PAN se desmarcó de la iniciativa,
recordando que su socio en España es el PP. Dos de las senadoras que firmaron
la carta dijeron haber cometido “un error” y pidieron disculpas. Los medios de
comunicación mexicanos habían difundido un tuit de Abascal del pasado 13 de
agosto, coincidiendo con el 500 aniversario de la destrucción de Tenochtitlan,
en el que se proclamaba “orgulloso” de la colonización de México: “España logró
liberar a millones de personas del régimen sanguinario y de terror de los
aztecas”, escribió. Una visión radicalmente contraria a la del Papa Francisco,
quien pidió disculpas por los “errores muy dolorosos” cometidos en la
colonización.
Entre los líderes americanos que desfilaron por la pantalla de Viva 21
no hubo ningún mexicano. Sí estuvieron, además de Pastrana, Keiko Fujimori y
Kast, Eduardo Bolsonaro y el senador por Texas Ted Cruz. Abascal coincidió con
ambos en la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) celebrada en
Maryland en febrero de 2020, que clausuró el entonces presidente Trump. Cruz,
representante del ala más conservadora del Partido Republicano, con un discurso
antiabortista, contra la inmigración y a favor de la pena de muerte, tuvo que
ponerse en cuarentena tras reunirse con el político español, que dio positivo
al coronavirus. Eduardo Bolsonaro, encargado de las relaciones exteriores del
clan familiar y émulo de su padre en comentarios homófobos machistas, se
convirtió desde entonces en uno de los mejores aliados de Vox, lo que no
excluye cierta rivalidad: Abascal prefirió acudir a México a principios de
septiembre en vez de participar en la conferencia conservadora que, como
franquicia de la estadounidense, había montado Bolsonaro en Brasilia con el
hijo de Trump.
Fuente: El País
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