- El derrame
ocurrió el 15 de enero cuando un buque descargaba el hidrocarburo en la
Refinería La Pampilla de la empresa Repsol.
- El
Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental ha impuesto multas a
esta empresa hasta en tres oportunidades anteriores.
Una mancha inmensa de petróleo
cubre actualmente parte del mar y la costa central en Perú como consecuencia de
un derrame de crudo ocurrido el sábado 15. La emergencia ambiental se registró
cuando el Buque Tanque Mare Doricum, de bandera Italiana, realizaba operaciones
de descarga de petróleo en las instalaciones del Terminal Multiboyas N° 2 de la
Refinería La Pampilla, en manos de la empresa Repsol desde el año 1996.
“Se estima que ha habido un derrame de 6000 barriles de petróleo”, señaló el ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, el martes 17 de enero luego de hacer un sobrevuelo por las zonas afectadas y tras reunirse con directivos de la empresa Repsol.
Petróleo extraído es depositado en pozos con una capacidad de dos mil galones. En la limpieza participan guardaparques del Sernanp. Foto: Sernanp. |
Aves y lobos marinos cubiertos de petróleo, entre otras especies del mar, eran la triste evidencia de la magnitud del desastre ambiental ocurrido en las costas del distrito de Ventanilla, en el Callao —donde se ubica la refinería La Pampilla—, y que se ha extendido hasta la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras—Islotes de Pescadores y la Zona Reservada Ancón. La mancha de petróleo avanza hacia el norte de Lima.
El ministro Ramírez también informó
que Repsol podría ser sancionada con una multa de hasta 30 mil UIT (Unidad
Impositiva Tributaria), cifra que ascendería a 138 millones de soles (más de 35
millones de dólares). “Habrá sanción de acuerdo a la acción u omisión que haya
cometido la empresa”, comentó Ramírez, pues indicó que hay que considerar que
no solo es el hecho de no haber informado a tiempo, sino de no haber descrito
la magnitud del desastre, en alusión a la información inicial dada por la
compañía de que se derramaron solo 7 galones de petróleo.
Miriam Alegría, presidenta del Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA), informó que tras sobrevolar con drones la zona impactada se determinó que el hidrocarburo se movilizó 18 mil metros cuadrados (1.8 hectáreas) en el mar.
Aves muertas cubiertas de petróleo en las playas hasta donde llegó el petróleo por el derrame ocurrido el 15 de enero. Foto: Sernanp. |
Este no es el primer incidente ambiental en el que se ve involucrada La Refinería La Pampilla. Hasta en tres oportunidades, según información proporcionada por la OEFA, ha sido sancionada con multas que sumadas superan las 185 UIT (852 646 soles considerando el valor de la UIT actual). Los procesos corresponden a infracciones cometidas en los años 2013, 2016 y 2018.
Las imágenes de la fauna que sobrevivió al desastre son devastadoras. Lobos marinos cubiertos de petróleo arrastrándose por la arena; aves prácticamente inmovilizadas por un manto negro que las cubría de pies a cabeza, muchas de ellas siendo rescatadas por las personas que se encontraban en las playas Costa Azul, Bahía Blanca y Cavero, en Ventanilla, donde se inició el derrame.
Personal de Sernanp apoya en la extracción del hidrocarburo en la playa Pocitas, en la Zona Reservada dAncón. Foto: Sernanp. |
Hooker explica que un derrame de
petróleo en el mar tiene efectos devastadores en tres niveles. El primer
impacto es directo sobre las aves marinas y mamíferos acuáticos como delfines,
lobos marinos y nutrias, que necesitan respirar aire atmosférico, así como
sobre peces de superficie, entre ellos pejerreyes y lisas y, sobre todo, el
plancton. “Estos microorganismos no solo son alimento de muchas especies, sino
que allí se encuentran los huevos y larvas de casi todos los peces e
invertebrados (mariscos) que viven en la costa”.
Un segundo nivel de impacto se da en las playas tanto de arena como de rocas. En esta zona, llamada intermareal —explica Hooker— vive una enorme cantidad de organismos que no pueden escapar del petróleo como muymuyes, palabritas, machas, cangrejos carreteros y otros, además de estrellas de mar, erizos, anémonas, choros y una gran diversidad de caracoles y cangrejos que están en las orillas rocosas y mueren al ser alcanzadas por el petróleo. En las rocas también están las guaridas de las aves y las nutrias marinas. “El efecto en el intermareal es catastrófico”, agrega.
Un ave afectada rescatada del derrame de petróleo es atendida por personal del Serfor. Foto: Serfor. |
Por último, un tercer nivel de
impacto —continúa Hooker— ocurre en el fondo del mar, pues el petróleo, que
inicialmente no se mezcla con el agua, con el tiempo va capturando dentro de su
masa una gran cantidad de plancton y granos de arena. “El petróleo se hace más
pesado y se hunde como una lluvia de gotas pegajosas que se adhieren a las
rocas y organismos del fondo marino, así como a las branquias de los peces”,
precisa el biólogo marino.
El martes 18 de enero, el
Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) informó
que el petróleo vertido en el mar peruano había llegado hasta las áreas
protegidas Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras, que
incluye Islotes de Pescadores, y la Zona Reservada Ancón.
La Reserva Nacional Sistema de
Islas, Islotes y Puntas Guaneras se estableció en diciembre de 2009 como la
primera red de áreas naturales protegidas en América del Sur. La reserva está
formada por 22 islas y 11 puntas que albergan aves guaneras en toda la costa
del Perú con una superficie de 140 833 hectáreas de islas, costa y océano.
En cuanto a la Zona Reservada de Ancón, su extensión es de 10 452 hectáreas, un espacio de poco oleaje y temperaturas ligeramente superiores a las aguas circundantes que ha permitido la presencia de una gran diversidad de especies. Esta zona es de singular importancia para la reproducción de la fauna acuática costera.
Desde el aire se observa las manchas del derrame de petróleo de la Refinería La Pampilla. Foto: Ministerio del Ambiente. |
Collantes señala que la afectación del derrame de petróleo se da en varios niveles. Por un lado está el nivel biológico, es decir, los efectos sobre el mar y la biodiversidad, pero también hay un impacto socio económico para los pescadores artesanales y el turismo.
La Fiscalía Especializada en Materia Ambiental (FEMA) de Lima Noroeste inició una investigación por el presunto delito de contaminación ambiental contra los representantes legales y funcionarios de la Refinería La Pampilla del Grupo Repsol del Perú, y todos los que resulten responsables, por afectar el litoral con el derrame de petróleo.
Personal de Serfor acudió a las playas afectadas por el derrame para rescatar a los animales marinos. Foto: Serfor. |
Luego quedaría demostrado que
esta cifra no era real cuando el ministro del Ambiente, Rubén Ramírez, informó
sobre los 6000 barriles derramados.
El OEFA también dictó medidas
administrativas contra la empresa Repsol. El organismo regulador dio un plazo
de dos días hábiles para identificar las zonas afectadas por el hidrocarburo y
otorgó diez días hábiles para la limpieza de la zona afectada, entre otras
medidas de remediación.
No es la primera vez que el OEFA aplica una sanción a la refinería La Pampilla. En tres ocasiones anteriores la empresa de hidrocarburos recibió multas que en conjunto suman 185.358 UIT (852 646 soles considerando el valor de la UIT actual).
El Ministerio del Ambiente informó que fueron seis mil barriles de petróleo vertidas en el mar. Foto: Ministerio del Ambiente. |
Según la resolución del OEFA, la
empresa recibió la multa por no controlar ni mitigar eficientemente el impacto
negativo generado en el mar, el cual tuvo una consecuencia inmediata en los
sedimentos de la Playa Cavero, además que presentó información inexacta en el
Informe Final de Siniestro, al haber señalado que el volumen derramado fue de
7.0 barriles de petróleo. El mismo problema que se presentó inicialmente en el
derrame ocurrido hace unos días.
En el 2016 la empresa fue
castigada con el pago de 115 UIT (529 000 soles) por exceder los límites
máximos permisibles de efluentes líquidos industriales, así como no realizar el
monitoreo de la calidad de aire.
La siguiente sanción fue en el
2018 por incumplir su instrumento de gestión ambiental al no realizar el
monitoreo de efluentes químicos. En esta ocasión la multa fue de 3.458 (15
906.8 soles).
“Además de las medidas y sanciones administrativas impuestas por OEFA, se deben ver la responsabilidad penal de los representantes de la empresa”, dice Percy Grandez, asesor legal de las iniciativas Gobernanza Marina y Conservamos por Naturaleza de la Sociedad Peruana de Derecho Ambiental (SPDA)
Un pingüino y un ave yacen muertos tras el derrame de petróleo ocurrido el 15 de enero. Foto: Sernanp. |
Grandez también cuestiona que la empresa haya seguido operando pese a los oleajes anómalos que se presentaron el sábado 15 como consecuencia de la erupción de un volcán en la isla Tonga.
Inicialmente, mediante un
comunicado, la empresa Repsol informó que se “produjo un ‘derrame limitado’ de
petróleo en el mar del distrito de Ventanilla del Callao, durante el proceso de
descarga del buque tanque Mare Doricum, de bandera italiana, debido a la
violencia del oleaje del sábado en las costas limeñas”.
“La empresa en su plan de
contingencia debe prever las razones de fuerza mayor como un oleaje anómalo.
Las infracciones también se imponen por no adoptar medidas de prevención para
evitar estos derrames”, agrega Grandez.
La bióloga Andrea Collantes se
pregunta por qué el día del oleaje anómalo se permitió la operación que terminó
en el vertimiento del hidrocarburo. “Hubo fallas desde el inicio, no fue
accidental”, precisa.
“Estos eventos de emergencia siempre nos toma desprevenidos. Este es un caso que tiene mucha atención porque ha sucedido en Lima [capital de Perú], pero han habido tantos en el norte donde no se ven los impactos” dice Joanna Alfaro, docente de biología marina de la Universidad Científica del SUR.
Personal del Serfor trabaja para quitar el petróleo de las aves que sobrevivieron al derrame. Foto: Serfor. |
En noviembre de 2019, Mongabay Latam publicó un reportaje sobre los derrames de petróleo frecuentes que ocurren en el mar peruano. La investigación precisa que las empresas han sido sancionadas por entregar información falsa e incompleta. Y que de acuerdo con los datos obtenidos, el 88 % de los derrames de petróleo han ocurrido en la costa norte de Perú.
El problema de los pescadores
Mas de 500 pescadores artesanales forman parte de la Asociación de Pescadores Artesanales de Ancón (Apescaa), quienes desde hace años están organizados para realizar una pesca responsable que permita conservar los recursos marinos del mar.
El ministro del Ambiente, Ruben Ramirez, señaló que la Repsol podría ser sancionada hasta con 30 000 UIT, es decir, 138 millones de soles. Foto: Ministerio del Ambiente. |
“Estamos atados de manos”, dice Avelino Ramírez, a quien conocen como Muyumi, coordinador nacional del Subcomité de Gestión de Islas y Puntas Guaneras de Ancón—Isla de Pescadores. “Hemos hecho un recorrido con autoridades y organizaciones conservacionistas para evaluar el daño al mar y a la bahía que ha causado este derrame. Ahora, los pescadores no podemos trabajar”, agrega.
Avelino Ramírez comenta que la
mancha de petróleo ya ha pasado la zona de Ancón y se dirige hacia la costa de
Chancay, una provincia en el norte de Lima. “Como pescador estoy preocupado por
lo que se viene y el daño que ha causado el derrame. Hemos visto pingüinos,
guanayes, lobos marinos dando vueltas llenos de la grasa del petróleo”,
comenta.
Actualmente los muelles ubicados
en las playas que han sido impactadas por el derrame de petróleo permanecen
cerrados, por lo tanto, las actividades de pesca han quedado suspendidas.
Pero más allá del problema inmediato que está afectando la economía de los pescadores artesanales, a Avelino Ramírez le preocupa las consecuencias que tendrá este derrame en el trabajo de pesca responsable y protección de la biodiversidad que realiza esta asociación en la bahía de Ancón y la Zona Reservada Ancón. “Todo el trabajo que se realizó durante años se ha venido abajo”, lamenta.
Diversas instituciones públicas recorren las zonas afectadas por el derrame de petróleo. Foto: Serfor. |
Matías Caillaux, coordinador del
Programa Océanos de The Nature Conservancy, cuenta que desde el 2015, e incluso
antes, los pescadores artesanales de Ancón realizan un manejo responsable de
los recursos, estableciendo temporadas de veda, límites de extracción de
recursos, rotación en las zonas de pesca y turnos de vigilancia. “Es uno de los
pocos casos en Perú en los que los pescadores regulan su actividad y plantean
esta práctica responsable de aprovechamiento”.
Para Caillaux —cuya institución
brinda asesoramiento técnico a los pescadores marisqueros de Ancón— es urgente
que se cuantifique la magnitud del derrame petrolero. “Debemos tener claro
cuánto se ha vertido, cómo se ha dispersado y hasta donde llegará el petróleo”.
Caillaux considera que es urgente
remediar los daños ocasionados para luego monitorear los efectos del petróleo
en el mar. “Se debe evaluar si se mantiene la presencia del hidrocarburo y los
metales pesados en el sustrato y los recursos. Cada vez que se detecte la
presencia de estos elementos en los recursos ocurrirá el cierre de las
actividades de pesca”.
En junio de 2021, el entonces ministro del Ambiente, Gabriel Quijandría, nombró a la Asociación de Pescadores Artesanales de Ancón como Embajadores de la iniciativa nacional Peruanos Naturalmente, un reconocimiento a su labor de conservación de los ecosistemas marinos y el bienestar que esta actividad produce para las personas.
Así luce el mar de Lima por el derrame de petróleo de la Refinería La Pampilla. Foto: Ministerio del Ambiente. |
El 19 de enero Osignermin ordenó
la paralización de las actividades en la Terminal Multiboyas N° 2 de la
refinería La Pampilla, donde ocurrió el derrame. Mientras tanto, la Defensoría
del Pueblo hizo un llamado para que se cumplan los plazos establecidos por OEFA
para la remediación ambiental y se garantice la aplicación de las medidas
administrativas establecidas por el organismo de fiscalización.
Imagen principal: Un ave muerta
es recogida en la Reserva Nacional Islas, Islotes y Puntas Guaneras. Foto:
Sernanp.
Fuente: MONGABAY
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