A sus 16 años, Kyla Brown participó este viernes en la
primera protesta masiva de jóvenes alrededor del mundo contra un fenómeno que
preocupa a muchos de su generación: el cambio climático.
"Si no empezamos a cuidar la Tierra ahora,
morimos", dijo esta estudiante de secundaria a BBC Mundo al llegar a la
manifestación en el sur de Manhattan, en Nueva York.
"Los chicos de esta generación necesitamos hablar porque
somos los próximos", agregó. "Tenemos que ser mejores para los niños
que están creciendo, enseñarles a ser mejores".
Mensajes similares se escucharon en diversas ciudades de
países desde Europa hasta América Latina, en vísperas de la Cumbre por el Clima
organizada por las Organizacion de las Naciones Unidas.
La protesta de este viernes, liderada por la activista sueca
de 16 años Greta Thunberg y que según los organizadores atrajo a unos cuatro
millones de personas en todo el mundo, mostró como nunca la molestia de los
adolescentes por lo que consideran la inacción de gobiernos para frenar el
calentamiento global.
"Somos nosotros los que estamos haciendo la diferencia;
si nadie actúa, entonces lo haremos nosotros", dijo Thunberg a la multitud
reunida en Nueva York.
"Como los océanos"
Los jóvenes están expresando su inquietud por el cambio
climático de diferentes formas.
En Canadá, más de 2.400 personas firmaron en apoyo a la
promesa que hizo esta semana la activista Emma Lim, de 18 años, de evitar tener
hijos hasta que el gobierno garantice un futuro más seguro para ellos, según el
sitio web de la campaña.
En Burundi, un grupo de jóvenes participó en la movilización
del viernes de una forma peculiar: limpiaron el plástico y basura de las costas
del lago Tanganica, cuya polución comienza a preocupar a ecologistas.
En Brasil, donde una serie de incendios vinculados a la
deforestación de la Amazonía causó alarma a nivel global en las últimas
semanas, manifestantes salieron a las calles de diversas ciudades en reclamo de
mayor protección ambiental.
Algunas de las manifestaciones más numerosas se celebraron en
Berlín, Londres y Melbourne, con cerca de 100.000 participantes en cada una
según la policía u organizadores.
En Manhattan, donde según las autoridades asistieron unas
60.000 personas, se vieron diversas pancartas escritas a mano que exigían mayor
compromiso de líderes como el presidente Donald Trump, quien ha eliminado
diferentes protecciones ambientales.
"Señor presidente, nos estamos quemando", se leía
en el cartel de Johny Guaman, un neoyorquino de 17 años descendiente de
ecuatorianos que estudia para ser mecánico.
"Un cambio generacional"
Saber si este movimiento global de jóvenes contra el cambio
logrará mantener el impulso que mostró este viernes es una pregunta abierta.
"Esto podría ser un punto de inflexión, porque en cada
movimiento tienes un punto de inflexión. Hay más gente en general y cuando
tienes al público general involucrado, sabes que la acción sucede", le
dijo a la BBC Dylan Hamilton, que tiene 15 años y ayudó a organizar la protesta
de 20.000 personas que se celebró en la ciudad escocesa de Edimburgo.
Sin embargo, un reto para estos jóvenes parece ser lograr una
organización suficiente para transformar la presión en cambios concretos, tanto
a nivel político como empresarial.
Molly Ornati, una activista ambiental de 62 años que trabaja
en Nueva York para la organización no gubernamental 350.org, organizadora de la
protesta, sostuvo que hay diferencias entre su generación y la nueva.
"Nuestra generación se enfoca más en la solución de
energía verde, mientras que esta generación aborda todo de manera más
inmediata: no se trata tanto de nuevas fuentes de energía sino de detener lo
que hacemos y cambiar drásticamente nuestros estilos de vida", sostuvo.
Muchos de los jóvenes han encontrado inspiración en Thunberg,
quien hace un año comenzó a faltar los viernes a su escuela para reclamar por
el clima frente al Parlamento sueco y ahora viajó hasta Nueva York en un
velero.
"Definitivamente (Thunberg) ha sido una gran influencia,
ya que ayuda a llamar la atención", dijo Adir Cekic, un estudiante de 15
años que participó de la manifestación en Nueva York, donde las autoridades
permitieron que los niños faltaran a clases para asistir a la protesta.
En la misma ciudad, la ONU celebra este fin de semana la
primera cumbre de jóvenes por el clima, antes de otra a la que asistirán
líderes mundiales el próximo lunes.
La ausencia anunciada en esta cumbre de Trump y del
presidente brasileño Jair Bolsonaro, o el hecho de que las protestas no
llegaran el viernes a China, el mayor emisor de gases de efecto invernadero,
muestra algunos de los desafíos que aún tienen los jóvenes por delante.
Pero el hecho de que tantos adolescentes de una generación que
muchos creían desinteresada en causas colectivas hayan participado de las
protestas de este viernes sorprendió a muchos.
"Es un cambio generacional", dijo Lise Strickler,
que tiene 59 años e integra el directorio de la organización Fondo para la
Defensa del Medio Ambiente, emocionada al ver la protesta de Manhattan.
"Están considerando todo lo que pasa en el mundo",
agregó en diálogo con BBC Mundo, "y se dan cuenta de que el clima es muy
frágil y que los adultos no actúan como adultos".
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