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Publicado diario Gestión 19/11/2019
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Desde la universidad y desde casa es posible tomar medidas
para tratar mejor al ambiente.
.El cuidado del ambiente debe ser una
prioridad de todos los estudiantes y profesionales.
.Jóvenes estudiantes de todas las carreras pueden tomar
medidas para reducir su impacto negativo en el planeta.
.Basta con cambiar algunos hábitos para ser un estudiante más
ecológico.
Los reportes de los organismos internacionales indican que,
de no cambiar los hábitos, la humanidad enfrentará una severa crisis de
recursos naturales en los próximos años. El agua es uno de los principales
recursos en riesgo, pero no el único.
La contaminación del aire, la acumulación de residuos causada
por su pésima gestión, la expansión de industrias y prácticas que afectan la
composición de los suelos, y prácticas tan cotidianas como desconsideradas con
el ambiente llevan a que la contaminación sea en la actualidad una preocupación
de impacto mundial.
Desde cada hogar, deben llevarse adelante medidas que
promuevan un trato amigable con el ambiente, como forma de detener este
deterioro de los recursos esenciales para la vida humana. En esta tarea, los
centros educativos tienen un papel fundamental: el de promover las prácticas
ecológicas.
Con acciones concretas, todas las universidades y centros de
estudio pueden convertirse en entornos más amigables con el planeta. Lograrlo
únicamente requiere de compromiso y dedicación.
¿Querés tratar mejor al planeta? ¿Pensás que algunas de tus
prácticas podrían mejorar y ser más ecológicas? Te damos algunos ejemplos de 7
sencillos hábitos de la vida cotidiana con los que podés contribuir con el
cuidado del medioambiente:
- Dejar de comprar botellas de refresco y en su lugar llevar una recargable.
- Comprar útiles realizados con materiales reciclados o reciclables.
- Cuidar la cantidad de impresiones realizadas y reducir al mínimo los espacios inutilizados en las hojas.
- Optar por tomar fotos con tu teléfono en lugar de hacer una fotocopia de un libro o texto, para ahorrar en el uso de papel.
- Cambiar los snacks de la tarde por frutas, cuyos desechos pueden ser devueltos a la tierra y convertidos en compost.
- Ir a estudiar en bicicleta.
- Solicitar y respetar espacios de reciclaje en tu universidad.
Estas prácticas no solo deben ser realizadas, sino también
difundidas, pues cuantos más estudiantes se sumen a la causa mayor será el
beneficio para el ambiente.
¿Te animás a intentarlo? No va a costarte más que unas
semanas acostumbrarte a pensar en verde, y sin embargo, los beneficios de este
cambio de hábitos pueden ser rentables durante años para el planeta.
Fuente: Universia Argentina
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