La actividad humana está destruyendo la naturaleza, provocando una aceleración alarmante de la extinción de especies animales y vegetales.
La biodiversidad es la variedad
de seres vivos de la Tierra y los ecosistemas a los que pertenecen, que aportan
oxígeno, agua, alimentos y otros innumerables beneficios.
Y este mes, un informe concluyó
que las poblaciones mundiales de mamíferos, aves, peces, anfibios y reptiles se
redujeron en un 68% en promedio entre 1970 y 2016.
La comunidad científica ha
advertido que estamos viviendo la sexta extinción masiva y que lo que hagamos
ahora probablemente definirá el futuro de la humanidad.
Una de las cinco extinciones
masivas que sufrió la Tierra fue el impacto de un asteroide que acabó con los
dinosaurios y muchas especies marinas.
"No tenemos tiempo para
esperar. La pérdida de la biodiversidad, la pérdida de la naturaleza, está a un
nivel sin precedentes en la historia de la humanidad", asegura Elizabeth
Mrema, secretaria ejecutiva del Convenio sobre la Diversidad Biológica.
"Somos la especie más
peligrosa de la historia mundial".
Los seres humanos están
ocasionando la extinción de otras especies mediante la caza, la pesca excesiva
y la tala de bosques.
Somos casi enteramente
responsables de la extinción de varias especies de mamíferos en las últimas
décadas, según un estudio reciente publicado en la revista especializada
Science Advances.
Y las predicciones sugieren que
se perderán otras 550 especies de mamíferos este siglo, si continuamos por el
camino actual.
¿Cómo nos salimos del camino
de la destrucción?
Abandonar el modelo devastador
que hemos adoptado requerirá grandes cambios.
En la Cumbre de Biodiversidad de
la ONU, que tuvo lugar el pasado 30 de septiembre en Nueva York, el secretario
general de la organización, Antonio Guterres, aseguró que "la humanidad
está librando una guerra contra la naturaleza y necesitamos reconstruir esta
relación".
¿Cuál es el plan para el futuro?
Se insta a que los países firmen
un acuerdo que sería para la biodiversidad lo que el acuerdo climático de París
fue para el cambio climático.
Esto entra en lo que se conoce
como el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), un tratado internacional
acordado en la denominada "Cumbre de la Tierra", celebrada en Brasil
en 1992.
Este acuerdo tiene tres
objetivos: la conservación de la diversidad biológica; el uso sostenible de sus
componentes; y el reparto justo y equitativo de los beneficios derivados de la
utilización de los recursos genéticos.
Los países tenían hasta este año
para alcanzar las metas establecidas hace una década, que van desde detener la
extinción hasta reducir la contaminación y preservar los bosques.
A pesar de que se lograron algunos avances, no se alcanzaron ninguno de los objetivos.
Ahora, los líderes mundiales están siendo llamados a firmar un pacto para salvar la biodiversidad del planeta a través de un plan que pone a la vida silvestre y al clima como una prioridad.
Según la comunidad científica, no
es demasiado tarde para revertir el declive de la naturaleza, pero hace falta
mucho compromiso y que las promesas sean cumplidas.
0 Comentarios
Gracias por su comentario