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Foto:flickr |
El
papel de la chicha resulta crucial en el mundo andino. Era la bebida del maĆz,
la planta sagrada por excelencia, que simbolizaba el Estado y expresaba la
riqueza de una sociedad agrĆcola. El maĆz, preparado tanto en forma sólida como
lĆquida, era el alimento que representaba la civilización, el triunfo sobre el
hombre y la superación de los miedos ancestrales a la iniciación. El maĆz habĆa
desplazado a la papa a una condición subordinada, por asà decirlo. El consumidor
de papa era el pobre, quien no tenĆa mĆ”s que tubĆ©rculos para alimentarse. Era
un ser humano desprovisto de refinamiento. solo los comedores y bebedores de
grano tenĆan civilización y estaban en otro nivel, eran superiores...
Sucede que el agua cruda siempre ha tenido mala reputación en los Andes: estÔ asociada a enfermedades y a todo tipo de parasitosis. [...].
Por
ello los seres humanos en los Andes la evitan en forma sistemĆ”tica. AsĆ, de
acuerdo con la versión del sabio Santiago Antúnez de Mayolo (1981), el poblador
andino nunca bebió agua cruda, sino como componentes de otros preparados, como
chupes, mates y chicha. Por encima de todo, la chicha tenĆa propiedades sanitarias;
permitĆa beber sin enfermarse. SegĆŗn AntĆŗnez de Mayolo, en el mundo pre hispĆ”nico
todo el mundo bebĆa chicha en forma cotidiana[...]
La
chicha tambiĆ©n tenĆa propiedades nutritivas, puestos que muchos alimentos
estaban deshidratados, procedimiento indispensable para su conservación. [...]El
agua cruda no es un buen acompaƱante para los alimentos secos. Estos para
soltar nutrientes en el estómago requieren de la acción de la fermentación,
precipitada en el organismo por la ingesta de la chicha.
La
variedad de chichas era inmensa. Aunque la mƔs famosa fue la elaborada en base
de maĆz de jora -GuamĆ”n Poma la llama sura asua-, hubo en realidad multitud
de tipos distintos. Tanto chichas de otros productos como diferentes formas de
preparar de chicha de maĆz. Entre la primeras destaca el masato… […]El masato se
produce en toda América, fue la primera bebida autóctona que conocieron los españoles
y llegó ser descrita por Cristóbal Colón en su libro de viajes .Asimismo habĆa chichas
de otros cereales ,como la quinua y la caƱigua ;chicha de frutos como el molle
y el algarrobo; chicha de tubƩrculos como la oca y el apichu ;y tambiƩn chicha
de manĆ, que posiblemente fue la segunda bebida en importancia en costa y
sierra […].
La
palabra chicha proviene del caribe, porque la voz quechua para la bebida
de maĆz es aga. Cuando Pizarro conquistó el PerĆŗ antiguo, los espaƱoles
ya estaban cuarenta aƱos antes en el Nuevo mundo y tenĆan abundante experiencia
con las novedades propias de la cultura indĆgena en AmĆ©rica. Tomaron las
primeras palabras que escucharon y las propagaron a su paso para nominar todas
las cosas parecidas que iban encontrando. AsĆ viajaron numerosas palabras caribes,
como cacique, que fue convertida como un genĆ©rico para todo jefe indĆgena,
a pesar de que son de los Andes la Ʃlite dirigente se denominaba curaca.
Era tal
su extensión y su necesidad social que los colonizadores no pudieron erradicar
la chicha. Pero inmediatamente después de la conquista perdió consideración. Las
bebidas alcohólicas cargadas de prestigio pasaron a ser los vinos y los
aguardientes, mientras que la chicha fue arrojada al desvƔn y considera bebida
de indios, representativa de la cultura de los dominados y vencidos. Mas aun,
la chicha fue puesta en observación y en diversas ocasiones se intentó proscribirla.
AsĆ, el virrey Francisco Toledo la incluyó entre sus numerosas prohibiciones.
SucedĆa que los espaƱoles estaban tratando de lidiar como los hĆ”bitos sociales andinos
y algunos funcionarios y sacerdotes intransigentes habĆan enfilado sus baterĆas
contra la costumbre andina d beber chicha en ceremonias, fenómeno que se acentuó
en la fase extirpación de idolatrĆas […].
Arrinconada,
la chicha sobrevivió durante la era colonial entre los indios,y reapareció en
la superficie ,de manera asaz sorprendente el siglo XVIII. Su suerte fue comĆŗn a
otros objetos culturales caracterĆsticos de los indĆgenas, como la vestimenta,
o los mismos queros,o los retratos de la nobleza aborigen. Todos estos sĆmbolos,
despuƩs de haber permanecido relativamente ocultos durante el siglo XVII,fueron
ampliamente consumidos en el siglo siguiente. Su mercado se extendió por todo
el sur andino y por el alto PerĆŗ, expresando un renacimiento de las formas imperiales
cusqueƱas que rememoraba las pasadas grandezas incaicas. De este modo, la
cultura andina atravesó por un resurgimiento cultural durante el siglo de las luces,
lo que puso de manifiesto la recuperación de una cierta riqueza material y la
continuidad de una elite indĆgena independiente que sintió que llegaba su hora
de reclamar su puesto prominente en el orden imperial, tomando en consideración
que venia siendo reformado por la entrante dinastĆa borbónica […].
Durante
estos Ćŗltimos doscientos aƱos, la chicha ha ido perdiendo sus vĆnculos con el medio
ambiente. En el antiguo PerĆŗ todo estaba atado en forma orgĆ”nica; habĆa distintos
maĆces y mĆ”s de uno especializado en la producción de chicha. Asimismo, la producción
y la conservación partĆan de las condiciones locales para encontrar soluciones Ćŗnicas.
Era el mundo donde los alimentos pertenecĆan a la naturaleza y la nutrición era
el arte de hacer florecer el entorno para ser consumido. Como relata Fernando Cabieses
(1996), en el mundo antiguo los alimentos integraban un sistema sanitario, que comprendĆa
a la sociedad del ayer. asĆ, la chicha ha perdido sus referentes naturales. […].
Finalmente,
debemos considerar que la chicha es el alma liquida de las picanterĆas. piqueo
y chicha, picor y calma, son el binomio sabio, armonioso y complementario que
con sus singularidades de sabor encontramos y disfrutamos, igualmente en las picanterĆas
de Piura y Arequipa, Chiclayo y Cuzco. […].
ExtraĆdo
de Rafo León (editor general diario expreso) (2008)
Chicha peruana, una bebida, una cultura, Lima: Fondo
Editorial de la Universidad de San Martin de Porres,237pp.
www.usmp.edu.pe
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